"Yo este año estoy poniendo en práctica un novedoso sistema. No están comprobados los resultados del mismo, pero está acorde con los planteamientos teórico-prácticos que recomiendan los más prestigiosos entrenadores y expertos en triatlón. Dicha metodología consiste en lo siguiente:
El deportista ha de madrugar notablemente para llevar a cabo su entrenamiento diario de ciclismo. Esto es decir, se ha de levantar en torno a las 6:00 h. Se trata de evitar el calor y la deshidratación y, por otro lado, comenzar desde el principio con un ritmo acelerado en busqueda del calor que combata el frío ambiente (-1°). Una vez que se ha realizado correctamente el calentamiento, y tras un obligado paron (que denominaremos "clasificación postal"), comienza lo verdaderamente duro del entrenamiento. Se añade a la bici un peso que oscila sobre los 15 y 20 kg (las posibilidades son múltiples, en mi caso utilizo paquetes, periodicos, catálogos, y correo en general). Una vez que se ha suplementadoa la bici con el peso correspondiente, comenzamos a rodar. Eso si, por terreno duro. Subida, bajada, nueva subida, nueva bajada, así constantemente hasta completar un total entre 3 y 4 horas.
Para ganar potencia explosiva, bajaremos de la bici cada pocos metros, y caminaremos un poco, subiremos escaleras, etc. Para nuevamente subir a la bici y volver a la arrancada desde cero. Esto es mucho más beneficioso cuando se hace cuesta arriba. Que es cuando trabajamos en nuestro límite aeróbico. Este entrenamiento no sólo aporta potencia y resistencia en la bici, sino que también, puedes trabajar la técnica de transición. Esto es debido a que se practica mucho la subida y la bajada de la bici. Recordar que en las transiciones se pierden segundos preciosos, que se pueden ahorrar si tienes muy practicado el tema de la "bajadita" y la subida a la bici. Con este entrenamiento, se repite este ejercicio de subir y bajar sobre las 200 veces. Y finalmente llegas a casa, tras un duro día de entrenamiento-reparto-.
Varios meses después de comenzar con el citado entrenamiento, comienzan a saltar las señales de alarma; mi rendimiento, no se asemeja ni de lejos al de Lance Armsrong. Me mantengo en un nivel de mediocridad similar a los abueletes que salen los domingos con la bici a hacer unos kilómetros y, sobre todo, a almorzar copiosamente. Ante los deficientes resultados, son muchas las dudas que me asaltan. Dónde radica la diferencia entre el americano y yo. Si ambos seguimos el mismo entrenamiento, las diferencias deberían ser mínimas. Quizás la clave esté en la alimentación propia de EE.UU., a base de hamburguesas de Burger King, y pollo del Kentucky fried chicken. Siempre he tenido la idea que ese tipo de alimentación no era lo más saludable, pero quizá ese mega-aporte calórico, sea lo que me dé el salto de calidad que busco. O quizá, la diferencia esté en que en la US Postal se distribuya correo de forma másiva, y sus empleados estén sometidos a un regimen tiranico de explotación y jornadas laborales inacabables. Aunque yo creía que en una sociedad tan tecnológica, lo más habitual eran las comunicaciones vía Internet. No sé. Otra posibilidad, es que en Texas (de donde procede nuestro agrabio comparativo) al existir una población tan diseminada (extendida en el territorio, con muchos kilometros desde un rancho a otro) los carteros hayan de recorrer muchas millas (como dirian ellos) para entregar la tan esperada correspondencia. En definitiva, son muchas la variables que pueden afectar, y no me queda claro cual es la más relevante. Otra posibilidad es que las peculiaridades germanas influyan negativamente en el rendimiento. Con lo que me viene a la cabeza el exceso de salchichas, kuchen (pastel) y cerveza. Pero son muchos los importantes ciclistas alemanes que también habrán pasado por este regimen de alimentación, o por este clima, sin que ello les haya impedido llegar a ser grandes campeones.
Os adjunto cuatro fotos. Dos son de Schönbuch, el parque natural que rodea Tübingen, y por el que hacemos nuestras salidas de montainbike. Muy bonito, como podreis observar. Y otras dos son de carteras en bici. Una de la Deutsche Post, y la otra de Smail, la empresa en la que trabajo.
Con la esperanza de haber arrancado una sonrrisa, os mando un saludo.