La legendaria cara Norte del Eiger, espectaculo que pude disfrutar el pasado Diciembre.


domingo, 8 de noviembre de 2009

Die Berliner Mauer. El muro de Berlin

A las 18:57h del 9 de Noviembre de 1989, Günter Schabowski, miembro del gobierno de la DDR (República Democrática Alemana), terminaba una rueda de prensa en la que anunció que todas las restricciones para viajar a Alemania occidental (República Federal Alemana) habían sido retiradas. Schabowski leyó un proyecto de ley del consejo de ministros que tenía delante:


"Los viajes privados al extranjero se pueden autorizar sin la presentación de un justificante — motivo de viaje o lugar de residencia. Las autorizaciones serán emitidas sin demora. Se ha difundido una circular a este respecto. Los departamentos de la Policía Popular responsables de los visados y del registro del domicilio han sido instruidos para autorizar sin retraso los permisos permanentes de viaje, sin que las condiciones actualmente en vigor deban cumplirse. Los viajes de duración permanente pueden hacerse en todo puesto fronterizo con la RFA."


A la pregunta de un periodista italiano: "¿Cuándo entrará en vigor?

Schabowski, hojeando sus notas contestó:



"En cuanto lo diga — inmediatamente".


La caída del muro de Berlin era inminente. Caía de forma sorprendente y súbita, igual que llegó 28 años antes. La noche del 12 al 13 de Agosto de 1961, se construyó, sin previo aviso, la práctica totalidad del muro. A excepción de una pequeña parte que quedó fuertemente vigilada por la policía fronteriza. Todos los medios de transporte que comunicaban con Berlin Occidental quedaron detenidos.





Desde el gobierno oriental, la construcción del muro se justificó como un "muro de protección antifascistas" para evitar las agresiones occidentales. Desde el lado occidental, el muro se interpretó que el único propósito del muro era impedir la entrada de los ciudadanos de la DDR a Berlin occidental.


El muro tenía una longitud de más de 120 km. La construcción inicial fue mejorada regularmente. El muro de la cuarta generación, que empezó a construirse en 1975, era de hormigón armado, tenía una altura de 3,6 m y estaba formado por 45.000 secciones independientes de 1,5 m de longitud. Además, la frontera estaba protegida por una valla de tela metálica, cables de alarma, trincheras para evitar el paso de vehículos, una cerca de alambre de púas, más de 300 torres de vigilancia y treinta búnkers.





Las cifras y características del muro no llegaban a reflejar, en ningún caso, la magnitud de la tragedia. De la noche a la mañana, los ciudadanos de Berlin se vieron divididos. Unos a un lado otros a otros. Muchos amigos y familiares se veían separados. Los vecinos del otro lado de la calle pasaron a ser extranjeros. Las escenas de familiares saludando a otros familiares desde el otro lado del muro se múltiplicaron. Una de las escenas más recordadas, es la que retrataba a varios miembros de una familia oriental mientras lloraban desconsolados mientras uno de sus familiares les saludaba desde un balcón con el vestido nupcial con él que acababa de casarse.


Desde el levantamiento del muro los intentos de fuga hacia Berlin occidental fueron constantes. En los primeros momentos, algunos edificios quedaron en la línea que delimitaba la frontera. Mientras que a un lado te encontrabas en la DDR el otro formaba parte de la RFA. Esto se intentó aprovechar en un primer momento, y se produjeron intentos de fuga saltando por las ventanas de alguno de estos edificios fronterizos. Se vivieron situaciones drámaticas. Como la de una jóven que intantaba saltar en el preciso momento en que llegaba la policía fronteriza y mientras éstos tiraban de ella hacía dentro algunos ciudadanos de Berlin occidental se la intentaban llevar hacía abajo mientras ella permanecía suspendida entre la ventana y el suelo. Lentamente se fueron tabicando las ventanas más bajas y los que intantaban pasar al otro lado debía acudir a pisos más altos y saltos más arriesgados.



Durante la existencia del muro se contabilizaron unas 5.000 fugas a Berlín Occidental. Intentos exitosos de fuga incluyeron la fuga de 57 personas, quienes escaparon a través de un túnel de 145 m de longitud cavado por los berlineses occidentales, en los días 3, 4 y 5 de octubre de 1964. Otra fuga símbolica, cuyas imagenes dieron la vuelta al mundo, fue la del joven militar Conrad Schumann. Conrad abandonó su arma y se lanzó a la carrera hacia la RFA mientras patrullaba la zona fronteriza.



Lamentablemente, también fueron muchos los intentos fallidos. El intento fallido más destacado fue el de Peter Fechter. Éste intentó cruzar el muro junto a su compañero Helmut Kulbeit, él cual sí consiguió llegar al otro lado del mismo. Fechter fue tiroteado y se le dejó morir desangrado a la vista de los medios occidentales el 17 de Agosto de 1962.



A las 18:57h de la noche del 9 de Noviembre de 1989, el muro comenzaba a decir adiós. Después de la alocución de Schabowski miles de berlineses se dirijieron a los pasos fronterizos. Durante horas el caos se apoderó de la situación. Las masas se arremolinaban en torno a los puestos de control de fronteras exigiendo pasar al otro lado, mientras que la policía que no había recibido ninguna orden expresa, impedía el paso. Sin una orden concreta, sino bajo la presión de la gente, el punto de control de Bornholmerstrasse se abrió a las 23.00, seguido de otros puntos de paso, tanto en Berlín como en la frontera con la RFA. Los primeros ciudadanos de Berlin oriental conseguían pisar suelo de Berlín occidental. En esos momentos se desató la alegría y la emoción. Las imagenes por televisión de la apertura de los pasos fronterizos invitaron a cada vez más gente a sumarse al jubilo. No sólo los ciudadanos orientales acudían a las inmediaciones del muro, sino también muchos del otro lado que querían recibir a sus vecinos del otro lado.



Horas después de la apertura de los pasos, militares y polícias se posicionan y vuelven a cerrar los accesos. La tensión y la confusión crecen por momentos. No obstante, la maniobra fue coyuntural y no mucho después el libre paso es definitivo (exceptuando el paso de la Puerta de Brandenburgo que sobre las 9:00h de la mañana del día 10, volvía a ser bloqueada por policías, para ser reabierta poco después de forma definitiva).




La verdadera avalancha tuvo lugar a la mañana siguiente. Muchos durmieron toda la noche para asistir a la apertura de la frontera a la mañana siguiente, 10 de noviembre. Los ciudadanos de la RDA fueron recibidos con entusiasmo por la población de Berlín Oeste. La mayoría de los bares cercanos al muro daban cerveza gratis y los desconocidos se abrazaban entre sí. En la euforia de esa noche, muchos berlineses occidentales escalaron el muro. Cuando se conoció la noticia de la apertura del muro, se interrumpió la sesión vespertina del Bundestag en Bonn y los diputados entonaron espontáneamente el Himmo alemán.




El 9 de noviembre, los berlineses llevaron a cabo la destrucción del muro con todos los medios a su disposición (picos, martillos, etc.). El virtuoso del violoncello Mstislav Rostropovitch, que había tenido que exiliarse al Oeste, fue al pie del muro a animar a los que lo demolían. La fotografía de esta anécdota se volvería célebre.




La noche del 9 de Noviembre de 1989 muchas cosas cambiaron en Alemania. Mañana, 9 de Noviembre del 2009, se cumplen veinte años de un cambio histórico, pero quizá más importante aún, es el 20° aniversario en que Berlín volvió a pertenecer a los Berlineses.




Feliz cumpleaños.





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