Hace tiempo que tengo abandonado mi blog, y ahora que el verano acaba, aquí podría decir que hace días que acabó a tenor de las temperaturas, es hora de retomar la buena costumbre de organizar pensamientos en unas pocas líneas. Este verano han pasado por aquí (en dos tandas) varias de mis hermanas y alguno de mis sobrinos. Como siempre que tenemos visita descubrimos cosas nuevas o redescubro curiosidades de la cultura alemana que ya me dejaron de sorprender y que los ojos recien llegados me devuelven a primer plano. Como el año pasado, este verano hemos intentado visitar algún lugar que nos parecía digno de conocer. En algunas ocasiones, yo ya los conocía, pero en este caso he tenido la oportunidad de conocer un par de lugares nuevos que me han dejado bastante buena impresión. En un corto pero intenso fin de semana visitamos Freiburg. La que se dice que es la ciudad alemana con la temperatura media anual más alta. Yo no entiendo muy bien como esto puede ser así, pero enclavado entre dos cordilleras montañosas se levanta una bonita ciudad que mezcla armoniosamente los edificios medievales del centro hitórico, con las construcciones actuales. Todo se distribuye tomando como centro neurálgico la catedral. A la entrada a ésta se puede comprobar, en una foto datada en 1945, como la catedral fue casi lo único que quedó en pie.
En lo alto de la ciudad, nos pudimos hacer una foto de grupo.
De camino a Freiburg, pasamos por el Titisee. Un lago (también hay un pueblo con el que comparte el nombre) enclavado en plena Selva Negra. Tuve la oportunidad de verlo en invierno, y la verdad es que de aquel día en que se podía caminar sobre sus aguas heladas, a la imagen que ofrece en verano dista bastante.
Mi sobrino Victor disfrutando de una Brezel.
Quizá la mayor sorpresa me la lleve en el Bodensee (Lago de Constanza). Este enorme lago a los pies de los Alpes y de la Selva Negra es punto de unión y frontera de tres paises; Alemania, Austria y Suiza. Al igual que cuando contemplas el mar, sus aguas parecen no tener fin. La ciudad más representativa del Bodensee es Konstanz. La misma que da nombre al lago en castellano. Su centro histórico con estrechas calles adoquinadas parecen no tener fin. A un lado u otro el caminante se va sorprendiendo con nuevas perlas arquitectónicas y paisajísticas.
Puerto deportivo de Konstanz.
Zona de baño en Überlingen (Bodensee).
Fachada decorada con vistosos frescos.
Vista panóramica del lago.
Aquí no se nos tiene mucha simpatia, debajo de la pintura dice: "guerra con los españoles".
Un saludo
3 comentarios:
Si vuelves por ahí no dejes de recorrer todo el lago, ver su parte oriental. Para mi gusto más bonita y tranquila que Konstanz, donde hay demasiado turista.
¡Que sorpresa! Ya era hora que escribieras algo.
Parece mentira, pero no deja de sorprenderme tu capacidad de organizar los textos. Me ha parecido magnifico como has resulto tres meses, contando además algo de fuste.
Buen viaje
Bego
Esas guerras a cuchillo debieron de ser durísimas. La verdad es que la escena contra los españoles rezuma violencia por todas partes, ¿eh? Me ha gustado conocer así el Lago Constanza.
¡Buena entrada en el otoño!
Besos a los dos.
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