A parte de múltiples iglesias, dos lugares a visitar en Milán son el Castillo Sforza (y el parque que lo rodea) y el Cementerio Monumental.
Cementerio monumental
Castillo Sforza
En cuanto a la región, tuvimos la oportunidad de visitar dos ciudades relativamente cercanas a Milán: Como y Bérgamo.
De Como y su famoso lago había escuchado y leído valoraciones muy positivas. Sin embargo, las circunstancias del día en que lo fuimos a visitar propiciaron que mis expectativas quedaran insatisfechas. Fuimos a Como el Domingo de Pascua, y la ciudad estaba literalmente colapsada, no sólo de vehículos, sino también de peatones. Lo que provocaba que caminar por las aceras y sus estrechas calles, inundadas de visitantes, se convirtiera más en un suplicio que en un placer.

Vistas del Lago di Como
Quizá la gran sorpresa del viaje fue la visita a Bérgamo. En un principio, no estaba previsto viajar hasta esta pequeña ciudad (a pesar que no están muy lejana a Milán). Sin embargo, fue una de las mejores decisiones.

Bergamo
Bérgamo es una pequeña ciudad con dos partes muy claramente diferenciadas. Por un lado, la parte más moderna (la parte baja), y por el otro, la zona más antigua y monumental enclavada en lo alto de una loma. Esta zona antigua mantiene aún hoy una idiosincrasia medieval, donde paseando por estrechas y empinadas calles el visitante se encuentra a su paso diferentes iglesias, palacetes y plazas. En una de estas iglesias encontramos unos techos adornados con pinturas al fresco que destacan por la viveza de su color y la expresividad de las figuras representadas.
Interior de la capilla de Bergamo con espectaculares frescos en los techos.
En definitiva, un viaje en el que encontramos un poco de todo (bueno y no tan bueno, como el tiempo), pero que finalmente nos dejo muy buen sabor de boca. Y en el que pudimos descubrir una ciudad y una región bastante interesante y sorprendentemente cara, pero muy atractiva de visitar.
Un saludo.
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