La legendaria cara Norte del Eiger, espectaculo que pude disfrutar el pasado Diciembre.


viernes, 12 de diciembre de 2008

El invierno y la pre-navidad.


Finalmente, después de dos días y dos noches ininterrumpidos, ha dejado de nevar. Lo que ha quedado es un panorama totalmente blanco y mucho frío. Tanto frío que para el domingo la previsión es de -8° y una sensación térmica de -11°. Ahora, cuando miras por la ventana ya sabes lo que te vas a encontrar fuera. Sin embargo, la semana pasada que no nevó, mirabas por la ventana y lo que veías podría ser perfectamente un día de primavera u otoño y eso que los termómetros no subían por encima de cero grados. Esto es algo curioso. Me refiero al frío aquí. Yo procedo de una zona en la que las bajas temperaturas no nos son extrañas. Sin embargo, en Segovia, cuando hace frío miras por la ventana y puedes intuir lo que hay fuera, ya sea por el viento, la lluvia, etc. Siempre encuentras indicios de lo desapacible del tiempo. Aquí, a mi eso no me pasa. Como decía, la semana pasada mirabas fuera y podrías pensar que en la calle había una temperatura agradable, cuando nada más lejos de la realidad. Muchas veces pienso que el frío de esta zona es un frío silencioso, no hay viento, no hace aspamientos, es un frío tranquilo, yo siempre digo que es un frío callado.


El frío y la nieve que tantos inconvenientes plantean, al menos a mi, que trabajo en la calle y con la bici, tiene por otro lado sus aspectos positivos. Uno de ellos es los deportes de invierno. El año pasado me inicié en el esquí, y hace dos semanas ya pudimos iniciar la temporada de esquí, en Noviembre, que es algo casi inaudito. Un Domingo madrugamos y nos desplazamos hasta el Feldberg, en plena Schwarzwald (Selva Negra). La Selva Negra es una zona boscosa y montañosa situada en el Sur de Alemania que ocupa miles de kilometros cuadrados. Su característica más peculiar es la vegetación compuesta por variedades de arboles de un color muy oscuro. Allí pudimos disfrutar de una agradable jornada de esquí. Pero ya que las condiciones climáticas y culturales lo permiten, he podido probar otras actividades como el patinaje sobre hielo. No lo había hecho nunca, y el pasado domingo en Frankfurt pasamos la tarde patinando. Me dí la correspondiente culada, pero fue muy divertido. Y puestos a probar, este Domingo, si no sucede nada extraño, iremos con el equipo de triatlón a hacer esquí de fondo. Ellos lo practican habitualmente y en Alemania la afición a este deporte es grande. Por ejemplo, en la televisión se puede ver frecuentemente competiciones de biatlón (esquí de fondo y tiro, todo a la vez).


Con estas nevadas, la estampa actual es muy navideña. Y es que en realidad casi ha llegado la navidad. Podríamos decir que estamos en el periodo pre-navidad. Este periodo tiene sus propias costumbres y peculiaridades aquí. Tiene hasta un nombre: adviento. Los 24 días previos a la navidad es lo que aquí llaman Advent. El primer domingo del adviento se debe encender una vela, el segundo dos, hasta el cuarto que se encienden cuatro. Algo muy habitual en el adviento son los calendarios del adviento donde cada día se debe destapar un número y aparece una sorpresa. Los hay muy variados, de chocolate, de té, etc. Este año Anais hizo ella misma un calendario y me lo regaló, de manera, que ahora cada día abro un pequeño paquete y encuentro una sorpresa. Normalmente son dulces y chocolate.




















Y hablando de chocolate. El día 6 de diciembre es San Nicolas, y la tradición dice que ese día San Nicolas deja chocolate a aquellos que han sido buenos durante el año. Coincidiendo con San Nicolas, en Tübingen, mi ciudad, se celebra el festival del chocolate. Donde se puede probar chocolate de los más variados lugares del mundo. Una semana después, las casetas del festival del chocolate, dejan su lugar a las casetas del mercadillo de navidad. En él se pueden encontrar múltiples cosas, pero abundan las artesanías, y como no, comida y bebida. El menú principal se compone de salchichas y Glühwein (un vino caliente y especiado del que ya hablé en una anterior entrada).


La decoración navideña también tiene sus peculiaridades. Por ejemplo, no se abusa de las luces de colores. Se decora, pero mayoritariamente con luz blanca. Y abundan las coronas para puertas y centros de mesa navideños elaborados tomando como elementos clave aspectos vegetales. Estos me gustan especialmente. Me parecen de bastante buen gusto y no cantan tanto como el típico Santa Claus que trepa por una escalera. En ellos se combinan ramas de arboles, piñas, algunos frutos, etc. Y el resultado, desde mi punto de vista, es bastante satisfactorio.


Yo desde aquí, ya me anticipo y os deseo que lo paseis bien las proximas fiestas, y todo mis mejores deseos para el año que viene. Apropiandome de una frase de un popular periodista "que vuestra sonrisa os acompañe siempre".
Un fuerte abrazo.